Hojas de Hierba, la obra cumbre de Walt Whitman, es uno de unlibro que al conocerlo acompaña para el resto de la vida. Publicado por primera vez en 1855 y ampliado a lo largo de los años, este poemario es un canto a la existencia en todas sus formas: el cuerpo y el alma, la naturaleza y la ciudad, la soledad y la multitud, la muerte y la eternidad.
Whitman rompió con las estructuras tradicionales de la poesía para crear un lenguaje libre, extenso y lleno de imágenes poderosas. Su voz es la de un poeta que se funde con el mundo, que abraza tanto la grandeza de lo cotidiano como el misterio de lo infinito. A través de sus versos, nos invita a caminar junto a él, a celebrar la vida en todas sus expresiones.
En este post, compartimos cinco extractos memorables de Hojas de Hierba, pequeños destellos de una obra inmensa que sigue resonando con fuerza hasta hoy.
Canto a mí mismo #51
Lo pasado y lo presente se han agostado —los he colmado y los he vaciado.
Y me dispongo a colmar lo futuro.
¡Tú, que me escuchas allá arriba! ¿Qué tienes que confiarme?
Mírame mientras aspiro la fragancia de la tarde
(Habla con sinceridad, nadie te oye, sino yo, y sólo demoraré un minuto).
¿Me contradigo?
Pues bien, me contradigo
(Soy inmenso, contengo multitudes).
Me expreso para quienes están cerca, espero en el umbral de la puerta.
¿Quién ha concluido sus faenas diarias?, ¿quién acabará de cenar antes?
¿Quién quiere pasear conmigo?
¿Vas a hablar antes de que me vaya? ¿O hablarás cando ya sea tarde?
Yo canto el cuerpo eléctrico #8
El cuerpo de una mujer en pública subasta,
Tampoco ella es una sola, es la fecunda madre de las madres,
Ella lleva en su seno a aquellos que serán los maridos de las madres.
¿Habéis amado alguna vez el cuerpo de una mujer?
¿Habéis amado alguna vez el cuerpo de un hombre?
¿No veis que ellos significan lo mismo para todos en todas las naciones y a través de todas las épocas en todo el mundo?
Si hay algo sagrado, es el cuerpo humano,
Y la gloria y la pureza de un hombre son el signo de su virilidad sin mancha,
Y en el hombre o en la mujer, un cuerpo puro, vigoroso y firme, es más hermoso que el más hermoso rostro.
¿Conocéis al necio que ha profanado su propio cuerpo viviente? ¿Y conocéis a la mujer que ha profanado el suyo?
Porque ellos no se esconden, y no pueden esconderse.
La última vez que florecieron las lilas en el huerto #4
En el pantano, en rincones apartados
Se oculta un pájaro tímido y gorjea su canto.
Solitario, el tordo
El ermitaño recogido en sí mismo, huyendo del poblado,
Canta solo su canción.
Canción de la garganta sangrante,
Canción de la vida manando de la muerte (pues yo sé bien,
amado hermano,
Que si no te fuera dado cantar, morirías sin remedio).
A una prostituta
Serénate —ten confianza en mí— soy Walt Whitman, generoso y robusto como la Naturaleza.
Mientras el sol no te rechace, no te rechazaré.
Mientras las aguas no se nieguen a brillar para ti y las hojas
a estremecerse para ti, no se negarán mis palabras
a brillar ni a estremecerse para ti.
Muchacha mía, te doy cita, y te pido que te dispongas a ser
digna de mí cuando me encuentres,
Y te pido que seas paciente y perfecta hasta que yo venga,
Hasta entones, te saludo con una mirada expresiva, para
que no me olvides.
Aves de paso
Canto de lo universal #1
Ven, dijo la Musa,
Cántame una canción que ningún poeta haya cantado todavía,
Cántame lo universal.
En esta amplia tierra nuestra,
En medio de la vulgaridad inmensurable y de la escoria,
Encerrada y segura dentro de su fuego central,
Se esconde la semilla de la perfección.
Todas las vidas participan más o menos,
No hay nacimiento sin que ella nazca: oculta o descubierta, espera la semilla.
Elegir solo cinco extractos de Hojas de Hierba es una tarea casi imposible. La obra de Whitman es un océano de imágenes, sensaciones y pensamientos. Sus versos nos invitan a explorar la existencia con asombro, a celebrar la belleza del mundo y la profundidad del ser.
Cada página de este libro contiene un verso que podría acompañarnos toda la vida, un fragmento que resuena en el alma en distintos momentos y de distintas maneras. Así que, más que un punto final, esta selección es solo una puerta de entrada. ¿Cuál de sus versos te ha marcado a ti?
