Descripción
Los románticos hallaron la máxima expresión de la belleza en las historias de amor, sobre todo cuando en ellas confluían la juventud y la muerte. Una mujer joven y hermosa muriendo constituía el cuadro más conmovedor, capaz de romper los corazones de los espectadores durante siglos. De una vez y para siempre es también una historia de amor, como aquéllas, signada por la tragedia.
Difícilmente el lector volverá a encontrar una mujer tan linda como Rosita Posada. Quizás Ofelia, Julieta, María o Remedios la bella alcancen su misma hermosura; pero todas fueron condenadas por la pluma masculina a la desaparición temprana; Rosita en cambio persiste hasta la vejez, la ceguera y la lucha resignada.
Como si fuera una respuesta al antiguo romanticismo de los hombres, María Cristina Restrepo propone al General Antonio Acosta, el apuesto héroe de las causas perdidas, el joven amante que muere en la cumbre de su felicidad y que deja, en el escenario de su tragedia (la Medellín del siglo xix, donde las guerras y las conspiraciones eran el pan de cada día), la comprensión de la raíz histórica que a los colombianos nos permitirá construir un futuro más transparente.
Luis Fernando Macias Zuluaga
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