Descripción
En Aquiles Nazoa se conjugan perfectamente el poeta, el humorista y el militante revolucionario. Por esta misma razón la dictadura de Pérez Jiménez lo expulsa del país en 1956. Reside en La Paz, Bolivia, hasta 1958, cuando la caída del dictador le permite regresar para continuar luchando por los derechos del pueblo, ahora frente a la “democracia”, como lo hizo hasta el día 25 de abril de 1976, cuando encontró la muerte en accidente automovilístico cerca de La Victoria, Estado Aragua.
Las recompensas más importantes que obtuvo Aquiles Nazoa su vasta obra son el Premio Nacional de Periodismo 1948 y el Premio Municipal de Prosa 1967. Aparte de la mejor de todas las que pueda recibir un hombre de letras: el eterno reconocimiento de su pueblo.
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