Descripción
Manet fue una figura clave en la transición entre el realismo y el impresionismo. A diferencia de los impresionistas puros, como Monet o Renoir, Manet no abandonó por completo las técnicas tradicionales, pero innovó en la manera de representar la luz, el color y la vida moderna.
Algunas de sus obras más importantes incluyen:
- “El bebedor de absenta” (1859): Su primer intento de entrar en el prestigioso Salón de París, pero fue rechazado.
- “Almuerzo sobre la hierba” (1863): Causó un gran escándalo debido a la presencia de una mujer desnuda en un contexto contemporáneo, algo inusual en la pintura de la época. Fue rechazado por el Salón y expuesto en el Salón de los Rechazados, donde generó un fuerte debate.
- “Olympia” (1863): Otro cuadro controvertido, que representaba a una mujer desnuda de manera desafiante y sin los convencionalismos idealizados de la pintura académica. Inspirado en la Venus de Urbino de Tiziano, pero con una representación moderna y directa.
- “El balcón” (1868-69): Un retrato de personajes de la alta sociedad con una composición que recuerda a las obras de Goya.
- “Retrato de Émile Zola” (1868): Un homenaje al escritor y crítico que defendió su arte frente a la crítica tradicional.
- “La ejecución de Maximiliano” (1867-1869): Inspirado en la ejecución del emperador mexicano Maximiliano I, muestra la influencia de Goya en su obra.
Relación con el Impresionismo
Aunque Manet es a menudo relacionado con los impresionistas, nunca se consideró parte del movimiento. Mantuvo una relación cercana con artistas como Claude Monet, Edgar Degas y Berthe Morisot, pero prefería exhibir sus obras en el Salón oficial en lugar de las exposiciones impresionistas. Sin embargo, adoptó algunas de sus técnicas, como el uso de pinceladas más sueltas y una paleta más clara.
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