Descripción
No me arrepiento de nada de lo que elegí hacer en mi vida. Cuando una persona llega a la prostitución es porque realmente tuvo que hacerlo, porque se agotaron todas las otras posibilidades. Yo pasé por muchos trabajos antes de caer en eso, y tuve la desgracia de que se enfermara mi hija siendo muy joven y muy pobre, y eso no se lo doy a nadie. Fue como un quiebre en mi alma porque sentí que no podía hacer nada, y que así iba a ser mi vida si no intentaba otra cosa.
Creo que en esos momentos una se da cuenta de que es capaz de hacer cualquier cosa por sacar a sus hijos adelante. No me avergüenzo de ser lo que fui, porque si cualquiera de mis hijos se enferma hoy tengo todos los medios para remediarlo. También tengo la oportunidad de darles a mis niños la mejor educación, y la tranquilidad de saber que no se van a morir de hambre. Eso no quita que si una hija mía se mete en la prostitución no le vaya a sacar la cresta. Para eso su mamá se sacrificó e hizo lo que hizo: para que ellos tuvieran estudios, se casaran bien y fueran mejores que yo.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.